Saadi Gadafi, hijo del exdictador libio Muamar, se encuentra, desde la semana pasada, encerrado en una cárcel en luego de haberse escondido en el desierto de Niger durante más de tres años.
Sin embargo, este personaje vivió a lo largo de sus 40 años situaciones que varios de los amantes del fútbol desearían.
Se dio el lujo de jugar en su selección y ser el capitán de la misma (no lo podían sacar si no echaban al DT de turno), compró parte de un club del Calcio y hasta jugó, o mejor dicho integró, planteles de la Serie A italiana durante cuatro temporadas.
Esto publica el sitio pulzo.com que además cuenta varias de las anécdotas de este personaje que, entre otros se dio el lujo de conocer a Diego Maradona.
Acá, un estracto de la nota:
La familia Gadafi, a través de su compañía de petróleo “Tamoil” fue patrocinadora del Atalanta de Bérgamo entre 1989 y 1995 y, en el año 2002, por intermedio de la compañía “Lafico”, adquirió el 5.31 % de las acciones de la Juventus de Turín, equivalentes a 23 millones de euros.
Por otra parte, mientras su padre lo complacía comprándole juguetes en Italia, Saadi llevaba a cabo su carrera como futbolista en Libia: Jugó 74 partidos en el Al Ahly de Trípoli, marcando 3 goles, y luego en el Al Ittihad (20 goles en 74 partidos). Cuentan que Saadi era el consentido de la liga Libia. Le pitaban penales absurdos, y solo su nombre podía ser mencionado por la megafonía del estadio.
Además, cuando jugaba él, los hinchas no podían abandonar el recinto hasta que el árbitro pitara el final del encuentro".
...Saadi tenía 15 guardaespaldas y un perro doberman, que además de ser su mascota estaba entrenado para detectar explosivos. Así mismo, el libio reservaba todo un piso del hotel solo para él, por el que pagaba 30.000 euros diarios. Pero sin duda, los que más disfrutaban de la presencia del crack libio eran sus compañeros del Udinese. Cuenta Molinaro, que con frecuencia Saadi invitaba al equipo a darse un paseo por los Cabarets de Paris, en su avión privado, obviamente a escondidas del entrenador .“Viajaban a la 1 de la mañana y regresaban justo antes del primer entrenamiento” afirma el botones.
Para leer la nota completa y más anécdotas de este personaje que hasta le compraba cientos de litro de leche a su mujer para que se bañe con ese líquido y no con agua, hacé click acá.
El día que Maradona fue al casamiento de Saadi, contado por Guillermo Cóppola.
