"Pareciera que San Francisco fuera tierra de nadie. Y todos sabemos que no es así. Fue todo una farsa, estoy indignado”, dijo Rubén Boetto, presidente de Sportivo Belgrano, el lunes ante Defensa.
El dirigente salió al cruce del árbitro Alejandro Castro, quien aseguró que fue amenazado con un arma en la previa del partido entre el Verde y Defensa y Justicia.
Es más, el Jefe de la Policía Departamental de San Francisco, Félix Quinteros, también había negado la denuncia. "El hecho nunca existió" declaró el lunes en Radio Impacto. "En ningún momento hubo amenazas al árbitro. Se acercaron 4 personas, sin agresiones", agregó.
Pero este lunes, se filtró el informe del juez en AFA, donde confirma las amenazas a punta de pistola. Y algo más: que tanto el presidente de Sportivo como la policía sabían de lo ocurrido.
"Dejo constancia que al llegar con tres autos al estadio, donde en el primero iban los asistentes, en el segundo el inspector y el médico del dóping y en el tercero, que era un patrullero, el árbitro, fuimos abordados por unas diez personas que con vestimenta del club Sportivo Belgrano. Estas personas comenzaron a insultarnos y a golpear el patrullero dándole trompadas y patadas", dice el informe, mostrado en el programa "Indirecto", de TyC Sports.
"Uno de ellos se levantó la ropa y nos mostró un arma en su cintura. El personal policial actuó rápidamente y estas personas se dispersaron", agrega el juez en su escrito.
Finalmente, Castro dice en su informe que dio conocimiento tanto a Boetto como a la policía. "El árbitro convocó a ambos presidentes y al jefe del operativo, Marcelo Bertello, que nos dio las garantías necesarias para la realiazción del encuentro", finaliza.
Sin embargo, Castro no realizó ninguna denuncia policial en San Francisco.