“Estando tan cerca, el aliento llega mejor. Vamos, Argentina”. “Si podemos soñarla, podemos alcanzarla”. “La ilusión es el camino… La victoria, el destino”. “Viajan 23, empujan 40 millones. Hasta la final”. “No somos un equipo, somos un país”. Son algunos de los carteles que están en Cidade do Galo, lugar de concentración que a partir de esta tarde albergará a la selección argentina.
El cartel de la polémica, que hasta el sábado estaba en el ingreso principal al predio del Atlético Mineiro, fue cambiado. Ahora, en la entrada sólo se lee uno que dice “bienvenidos”. El otro, el que reza “bienvenidos futuros campeones”, pasó a cubrir una carpa interna en una de las cancha de este bello complejo deportivo.
Los periodistas argentinos que se acercaron ayer a Cidade do Galo tuvieron el privilegio de caminar cada lugar que a partir de hoy recorrerán Messi, Agüero, Di María, Higuaín, Sabella y todos los integrantes de la selección. Todos anhelan que se hospeden en ese lugar hasta el 14 de julio, un día después de la final. Ese lunes volverían a la concentración a retirar su equipaje, ojalá festejando la obtención de la Copa del Mundo. Es un sueño. Falta mucho.
Por primera vez en mucho tiempo, la AFA abrió las puertas y mostró dónde vivirá la selección de todos los argentinos. Dónde comerá “Leo”, dónde dormirá, dónde jugará (había Wii y PlayStation en varios lugares), dónde se entrenará (los campos de juegos son mejores que de los de Ezeiza, dijeron periodistas que suelen recorrer el predio en Buenos Aires).
Cidade do Galo está entre el aeropuerto Tancredo Neves y Belo Horizonte, al costado de una autopista (“rodovia”, como se dice en portugués). Está enclavado al pie de una sierra, por ende tiene subidas y bajadas pronunciadas. Todo se muestra parquizado y señalizado. Ingresar, hasta ayer, era imposible. Estaba y estará custodiado por guardias de seguridad que tienen la estricta orden de no dejar pasar a nadie. Sin embargo, el domingo dieron la orden: que pasen los periodistas argentinos. Y allí estuvo Mundo D.
Un detalle marca a fuego cómo vivirán los futbolistas albicelestes. En el comedor hay una sala con confortables sillones para ver un súper plasma que tiene como marco un arco de fútbol. En el patio se compraron unas parrillas especiales para el típico asado argentino. No faltarán las fotos que subirán vía Twitter los jugadores con deliciosos bocados que se prepararán allí. Hay una sala de videos, dónde se observarán imágenes de los rivales y además habrá una charla de la Fifa previa al Mundial, con recomendaciones específicas durante la Copa. Las habitaciones no son nada del otro mundo. Hay dos camas por cuarto, con baño y televisor. Ah, y una cuestión fundamental: en la mesa de luz hay una pava eléctrica con la cual preparar el agua caliente para el infaltable mate.
Rubén Moschella, uno de los directores de AFA que recorrió el complejo con los periodistas, explicó que hace más de un año buscaron este lugar y lo eligieron entre varios. Y al final se quedaron con él, cuando otras selecciones lo pretendían. “Queríamos sorprender a los jugadores con este predio. Creo que lo vamos a lograr. Es de primer nivel y ojalá que sólo piensen en jugar. Se buscó que esté cerca de un aeropuerto y lejos de una ciudad. Y acá estamos”, contó, orgulloso, Rubén.