Uruguay se clasificó a octavos de final del Mundial de Brasil después del 1 a 0 ante Italia. Pero no hay tiempo de alegrías porque, por estas horas, los orientales están pendientes de la suerte de Luis Suárez.
Es que el delantero del Liverpool mordió (¡sí, mordió!) en pleno partido al defensor Chiellini y le dejó los dientes marcados en el hombro izquierdo.
El árbitro Marco Antonio Rodríguez no advirtió la conducta violenta de Suárez y el uruguayo terminó el partido en cancha. Pero las cámaras captaron la infracción y hoy las imágenes están en todo el mundo.
Inmediatamente, los italianos se quejaron de lo ocurrido y la prensa mundial se preguntó si la Fifa podría actuar de oficio. "Sí, claro que puede hacerlo. Tendrá que ver el informe del árbitro y luego decidirá qué pasará", le dijo a Mundo D el exárbitro internacional Héctor Baldassi.
Hay un antecedente
El 9 de julio de 1994 en el Mundial de Estados Unidos. Se jugaban los cuartos de final en Boston, y el italiano Mauro Tassotti le pegó un codazo al español Luis Enrique, y le fracturó la nariz.
Se terminaba el partido, España perdía 2 a 1 y llegó un centro al área de Italia. Luis Enrique cayó lleno de sangre. El árbitro húngaro Sandor Puhl no lo vio.
Días después, la FIFA suspendió de oficio a Tassotti con seis partidos, y el italiano jamás volvería a vestir la camiseta nacional.
Las imágenes del antecedente: