La derrota contra Lanús volvió a encender la sensación siempre vigente en los hinchas de Racing de Avellaneda, de que el club es víctima de una inexplicable y extensa conspiración futbolística, una oscura y siniestra trama que se extiende desde hace décadas y que sólo le ha permitido lograr un torneo local en los últimos 48 años.
Concretamente, y respecto de lo ocurrido este domingo en su estadio, los simpatizantes académicos consideran que el árbitro, Andrés Merlos, ignoró 16 penales de Lanús, tanto por manos concretas dentro del área rival como por intenciones de tocar la pelota con la mano por parte de jugadores granates.
El hincha de Racing Carlos Frustrado explicó esta certeza que quedó flotando luego del partido y que para muchos es exagerada: “Hubo dos manos evidentes dentro del área de Lanús por parte de sus defensores que el árbitro no cobró, pero lo más grave es que hubo 14 claras intenciones de detener y/o desviar la pelota con sus brazos. Si bien no se concretaron, lo que se juzga es la intención (lo dice el reglamento), y por lo tanto eran 14 penales. Pero Merlos prefirió mirar para otro lado”.
Acorde con la frustración y enojo de toda la familia académica, el entrenador Diego Cocca reclamó que los dirigentes del club se ocupen de lograr arbitrajes “imparciales”, porque de lo contrario advirtió que va a seguir en su postura de no otorgarle importancia a los clásicos (como ocurrió contra Independiente) y priorizar sólo los partidos contra Defensa y Justicia, Olimpo y Banfield, entre otros. Este concepto filosófico-estratégico que no es compartido por los hinchas, quienes lo rechazan profiriendo gruesos insultos hacia familiares cercanos del DT y del presidente del club, causa también escenas de pánico en la comisión directiva .
“El problema es que técnicamente Racing tiene cuatro clásicos en cada torneo, que técnicamente significan 12 puntos, por lo que si se pierden estamos técnicamente en el horno”, dramatizó un dirigente con la calculadora en la mano. A criterio de este vocero, no queda otra que hacer “todo lo posible en la AFA para tranquilizar a Cocca, sacarlo de su actitud indolente cada vez que se juega un clásico y que en consecuencia empiece a darles trascendencia a los partidos contra Independiente, Boca, etc.” afirmó la fuente.
Decididos a tomar al camello por las jorobas, los dirigentes racinguistas llevaron su queja a la reunión habitual de comité ejecutivo, y reclamaron que para el próximo partido con Boca, y de ahí en más, a los defensores rivales se les coloquen sensores en los brazos, para detectar así los penales que se van a producir para Racing y que lógicamente no serán cobrados.
“Queremos empezar a llevar un registro de todos las manos penal que no nos cobran, para después realizar la denuncia correspondiente ante los tribunales. Si en la AFA y la Fifa no nos reciben la prueba, no descartamos llevarlas ante la Corte de la Haya, el juez Griesa o el juez Polino (integrante del jurado de Tinelli), lo único que perseguimos es justicia”, dijo el cuarto protesorero suplente del club, momentos antes de que la moción fuera rechazada por 19 a 1 en el comité ejecutivo.
En cuanto al penal inexistente por mano dentro del área que el árbitro Diego Ceballos le sancionó hace tres fechas a un defensor de Arsenal, (significó la agónica victoria 1-0 de Racing sobre el equipo de Sarandí), allegados académicos consideraron que el árbitro seguramente tuvo un momento de aturdimiento, ya que en uso cabal de sus capacidades jamás les habría dado el penal.
De todos modos, y si bien no fue confirmado, el club le habría enviado una plaqueta de bronce reconocimiento por el gesto, y lo habría designado árbitro del mes (agosto), una distinción que normalmente queda vacante.
Precisamente, otro de los pedidos (rechazados) de Racing ante sus pares del comité ejecutivo era lograr que Ceballos dirigiera los partidos que le restan a la Academia hasta el final del torneo.
De todos modos, el presidente de Racing, Víctor Blanco, descartó la existencia de una “mano negra” operando contra Racing. “Es que con el apellido que tiene, si denunciaba una ‘mano negra’ nos comíamos una denuncia ante el Inadi, y es lo último que nos podría pasar”, explicó un allegado.
