Después de haber tocado fondo en aquella noche fatídica ante Colón, Instituto parece haber encontrado un nuevo impulso para que las cosas empiecen a salirle un poco mejor. El nuevo técnico Carlos Mazzola dio en la tecla con algunas decisiones que reacomodaron al equipo en la cancha y los buenos resultados hicieron el resto: de los últimos 9 puntos se ganaron 7 y por primera vez en lo que va del torneo, pudieron sumarse dos triunfos al hilo: 2-0 ante San Martín de San Juan en Alta Córdoba y 3-1 ante Ferro en Caballito.
Las claves de la victoria ante Instituto
La victoria de ayer por la tarde en el viejo estadio que ahora es mitad de madera y mitad de cemento, tuvo un plus estadístico: fue la primera que la Gloria obtuvo en ese escenario. Nunca, en las 22 visitas anteriores registradas tanto en Primera como en la B Nacional, Instituto había podido llevarse los tres puntos de regreso.
Ante un equipo como Ferro que dos veces en los últimos tres años le frustró el ascenso, recién ayer pudo hacerlo sumando en distintas proporciones, contundencia, orden, algunas buenas labores individuales y una confianza en sus propias posibilidades que hasta no hace mucho, se le desconocía.
A partir de esta levantada, ¿es lícito soñar con un embalaje final que deposite a la Gloria en el quinto puesto de la Zona A y le permita concretar el milagro del ascenso a Primera? Los números todavía siguen dando pero obligan a la cautela: Instituto suma 15 puntos y está a 8 de Boca Unidos, que con 23 unidades y a falta de 18 por jugar (los dos aún deben quedar libres) es el último equipo que estaría llegando a la máxima división del fútbol argentino.
Dentro de nueve días, Instituto irá a Corrientes a jugarse quizá la última carta que le queda. Una victoria clave le reforzaría las chances de subir de arremetida. Pero los jugadores quieren pisar terreno firme. Reconocen la mejoría de los últimos partidos en los resultados y el rendimiento. Aunque no se atreven a ir más allá del próximo rival que será Douglas Haig de Pergamino, el viernes a las 21, en Alta Córdoba.
"Todavía no podemos pensar que ese quinto puesto es posible", relató Damiani.
“Todavía no podemos pensar que ese quinto puesto es posible. Hoy parece una utopía porque estamos lejos, pero mientras nos den los números, lo vamos a seguir buscando”, señaló el lateral Raúl Damiani, uno de los referentes del vestuario albirrojo.
“Es cierto que con el cambio de técnico hemos mejorado, pero tenemos que ir escalón por escalón”, reconoció Javier Velázquez, mientras que el otro delantero del equipo, Nicolás Mazzola (uno de los goleadores del torneo con seis tantos) afirmó que “la idea es pelear hasta el final y llegar lo más arriba que se pueda, recién después veremos si nos alcanza o no para subir”.
Una síntesis de lo que piensa un plantel que hace tres semanas estaba para el cachetazo y al que ahora, súbitamente, el alma y la esperanza le han vuelto al cuerpo.
