El fútbol argentino atraviesa horas decisivas. Es cada vez fuerte la oposición de los cinco equipos grandes de Primera División al torneo de 30 equipos. Boca, River, San Lorenzo, Independiente y Racing encabezan una rebelión tendiente a evitar que el polémico certamen ideado por el extinto Julio Grondona, tal como está previsto, arranque en febrero de 2015. Del resultado que arroje este avance sobre las posiciones del presidente de la AFA Luis Segura, dependerá buena parte del futuro. Incluso, la propia permanencia de Segura en su cargo.
Las posiciones se blanquearon anoche en una reunión que los presidentes de Boca (Daniel Angelici) y River (Rodolfo D’Onofrio), y el vice de San Lorenzo (Marcelo Tinelli) tuvieron con Segura en su despacho, y en la que hicieron saber su postura contraria a la disputa del campeonato en las actuales condiciones económicas.
Según pudo establecer Mundo D,Segura tomó nota de esta posición y replicó que no era momento de oponerse a un campeonato aprobado en vida de Grondona e ideado con el propósito de obtener más dinero del Gobierno Nacional en concepto de derechos televisivos. Antes de retirarse y de dejar a los dirigentes hablando entre sí, el presidente de la AFA ratificó que el tema habrá de debatirse a fondo esta tarde, desde las 17, en la reunión extraordinaria de Comité Ejecutivo.
Ante la posibilidad de cambios en la estructura de campeonatos oportunamente aprobada, las distintas divisiones de ascenso cerraron filas en torno del proyecto de Grondona y de la figura de Segura. Pero todo parece estar decidiéndose por estas horas. Algunos conocedores de la agitada vida interna de la AFA no descartaban que más que la realización del torneo en sí, el objetivo de los clubes grandes es forzar una redistribución de los fondos del Fútbol de Todos en su propio beneficio.
Más plata para FPT
Precisamente, se supo ayer que el Gobierno aprobó un aumento de 220 millones de pesos en la partida del Fútbol para Todos (FPT) correspondiente al presente año, que trepa a 1667 millones y que analiza un refuerzo de 300 millones en el presupuesto de 2015 para asegurar el comienzo del torneo de 30 equipos. El control de ese pozo, de casi dos mil millones, sería el gran objetivo detrás del cual parecerían haberse emblocado los cinco equipos grandes.
Si hoy se resolviera disputar el campeonato, habría que resolver muchísimas cosas. Algunos quieren jugar una transición en dos zonas de 15 equipos, cada una de febrero a junio, y arrancar el torneo de todos contra todos con cuatro descensos (y dos ascensos) en agosto, luego de la Copa América de Chile, para mantener alineado el calendario argentino con el europeo. Otros pretenden arrancar ya en febrero con la modalidad de todos contra todos, aún a riesgo de que los equipos se desmiembren a mitad del campeonato por las ventas al exterior.
Pero no sería ese el único tema a discutir. Algunos dirigentes del interior y gobernadores estarían pensando en impulsar cuatro ascensos más por invitación de la AFA del torneo Federal A al Nacional B. La idea sería posibilitar que equipos importantes como San Martín de Tucumán, Gimnasia y Tiro de Salta y Cipolletti de Río Negro jueguen el año próximo en la B Nacional, no obstante haber perdido esa chance.