Si usted cree que luego de ver cómo un perro puede cambiar el rumbo de un partido lo ha visto todo, lamentamos decirle que no... que siempre hay con qué sorprenderse. Como por ejemplo, lo que sucedió en este cotejo, que se pudo completar gracias a un hincha que hizo de asistente.
El Racing de Santander y el Compostela se enfrentaban en un partido válido por la segunda fecha de la Segunda B, y todo transcurría con normalidad... hasta que el árbitro se lesionó...
¿Qué pasó entonces? El primer línea ocupó su lugar... pero no había quien se pongan en la banda como asistente... entonces, rápido de reflejos, a quienes estaban a cargo se les ocurrió la solución. Desde la voz del estadio se escuchó el insólito pedido... "¿Alguien puede bajar y hacer de árbitro?"¡Sí, un hincha, que tenía la habilitación para dirigir, bajó y permitió que se completase el partido!
