La selección deberá tener un buen arranque en la fase de grupos del Mundial. Para esa instancia lo veo bien, pero para todo el Mundial es un signo de interrogación. No me gusta hacer futurología. Creo que tenemos muy buenos jugadores y que se destacan en el mundo entero, pero no sé si funcionarán como equipo. Eso se verá desde el debut frente a Bosnia.
A las eliminatorias no las comparo con un Mundial. A mí me tocó vivir uno, el de Estados Unidos de 1994, y no se compara una instancia con otra. El punto débil de la selección es su defensa. Pero si queremos equiparar esa línea con la delantera del equipo, tendrían que volver a jugar Ronald Koeman, Franco Baresi, Oscar Ruggeri y Daniel Passarella. Y eso es imposible.
En el mediocampo la cuestión es distinta, porque con Lucas Biglia y Maxi Rodríguez se puede lograr una contención que equilibre ese sector y la delantera. Pero no todos los volantes atacarán siempre y Alejandro Sabella tendrá que cambiar el planteo en algunos partidos.
Respecto de Messi, sin dudas es el mejor del mundo y estamos viviendo la década de Lionel. No coincido con quienes afirman que debe ganar un mundial para demostrarlo. No es necesario ni se debe comparar con Maradona. Messi tiene otra velocidad cuando acelera, pero técnicamente Diego era superior. Todos quisiéramos verlo levantando la Copa, pero hasta que el equipo no debute es aventurado conjeturar lo que puede pasar.