César Mansanelli no aparece en la lista de los refuerzos que contrató Belgrano para esta temporada. De hecho, es jugador del club. Sin embargo, el domingo último pasado, en la victoria 1-0 del Pirata ante Vélez, le aportó al equipo una dosis de juego que todos extrañaban y fue un “refuerzo” con todas las letras.
Junto a Gastón Turus, puede jactarse de haber celebrado con la “B” los ascensos de 2006 y 2011, un dato que, por sí solo, alcanzaría para explicar el cariño que le tiene la gente. Pero hay algo más: el volante entiende como pocos lo que es el respeto a la camiseta. De allí surge este romance renovado con el público pirata, que ni siquiera un año de ausencia ha podido apaciguar. El diálogo con Mundo D es un ida y vuelta por sus sensaciones y sus sueños renovados.
–¿Se vio un nuevo Mansanelli?
–Sabía que tenía una oportunidad y no la podía desaprovechar. Por suerte salieron bien las cosas, pero todo el equipo respondió de manera excelente y se pudo ganar.
–La sensación es que el equipo no encontró una referencia en tu puesto desde que te fuiste a préstamo a Rafaela…
–Hay buenos jugadores en mi puesto, con chicos que están muy bien. La decisión siempre es del técnico, que pone al que esté mejor. Por eso uno siempre tiene que estar a disposición. Hay que estar “al pie del cañón” porque es la forma de lograr continuidad.
–Continuidad es, justamente, lo que le viene faltando a Belgrano. ¿Qué lectura hacés de la irregularidad que afecta al equipo?
–Por un lado, cada rival es diferente. Pero también creo que no estábamos muy convencidos de lo que hacíamos, como si hubiéramos perdido la identidad que nos caracterizó. Por eso todavía nos cuesta repetir de visitante lo bueno que hacemos de local. Creo que podemos jugar de la misma manera, siendo protagonistas en cualquier cancha. Ojalá que ante Olimpo podamos repetir la sólida actuación que tuvimos ante Vélez. Sería lo ideal, aunque te repito: todos los partidos son distintos.
Las ganas de volver
En julio del año pasado, Mansanelli fue cedido a préstamo a Atlético de Rafaela. Aunque sabía que Ricardo Zielinski tenía otras prioridades y no iba a tener la chance de jugar seguido, le costó mucho tomar la decisión de partir. Quizá intuía que iba a extrañar demasiado la ovación que el público pirata le tributa cada vez que tiene la oportunidad. Al final, Jorge Burruchaga tampoco lo utilizó demasiado en la Crema y los días hasta el retorno se hicieron eternos para “el Hacha”.
–¿Te sirvió irte a Rafaela?
–En parte sí. Hice amigos con los que sigo en contacto y conocí gente que me trató muy bien. Eso es lo que más rescato. En lo futbolístico no puedo rescatar nada positivo. No tuve la continuidad que fui a buscar. Me fui para jugar y me tocó alternar. Además, quería volver a Belgrano porque extrañaba todo.
–¿Qué era lo que más extrañabas de Belgrano?
–La previa de cada partido, la cancha, los cánticos… Yo soy un agradecido a la gente de Belgrano porque siempre me brindó su apoyo y me lo hizo sentir. Cuando me tocó entrar en el clásico (amistoso ante Talleres, primer partido desde su regreso) me ovacionaron y me hicieron sentir muy orgulloso.
–¿Se vive de una manera distinta el fútbol en Córdoba?
–Sí, muy diferente. En Córdoba somos más pasionales. Pero, además, Belgrano está a la altura de los grandes clubes en materia de infraestructura y eso también se extrañaba.
“Hacha” para rato
En algún momento se filtró que Mansanelli volvía a Belgrano para jugar hasta diciembre, ya que después dejaría el fútbol. Se trató de una suposición que alguien esbozó en el seno dirigencial, pero que nada tenía que ver con el deseo del jugador. A los 34 años, el volante se siente en plenitud y no vaciló a la hora de expresar que piensa seguir jugando algunos años más. Y, si es con la celeste, mucho mejor.
“Nunca pensé en dejar el fútbol porque me siento excelente, tanto en lo físico como en lo mental. Tengo unos años más como jugador y mi deseo es que sean en Belgrano. Por eso la información me sorprendió mucho. Se generó un rumor infundado y nadie me preguntó si era verdad o no”, aclaró.
–Por lo que mostraste ante Vélez, está claro que tenés mucho para aportarle al equipo…
–Es que la forma que uno tiene de responder es en la cancha. Gracias a Dios las cosas me salieron bien, jugué los 90 minutos como hacía mucho que no lo hacía, recuperé la confianza y estoy muy tranquilo. Ahora hay que seguir entrenando para ratificar todo lo bueno que se vio el domingo.
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